lunes, 25 de enero de 2010

El dolor de una perdida,
el dolor de una partida,
el dolor de la distancia,
el dolor de la agonía.
Recuerdos que regresan,
imagenes que reviven,
besos que me encienden,
tu mirada que ansió sentir.
Un adiós a la distancia,
un verso que se aleja,
mi amor que te espera
aunque tu te niegues volver.
Lluvia roja en tus besos
acarician la soledad de mi tormento;
corazón traicionero no me dejes caer.
El viento sopla por tu vuelo
y velo se despliega por tu pecho,
tus piernas cerradas como por el tiempo
evitan la conjunción en tu vientre.
Palabras sin hablar,
un beso fugitivo en tu andar,
tus labios perdidos en mis costillas
y tu aliento hirviendo
hace que me pierda en túneles abiertos.
Marchita ilusión que despega
la magia escondida entre tus piernas,
como lobo hambriento y sediento
me encuentro con tu espalda en silencio.

Un beso

Inocencia que toca el sol
guiame con tu mano celestial
a esa meta cual ansio llegar.
Tras esos cristales se esconden
los mas bellos ojos
y me siento honrrado
porque alguna vez me miraron.
Labios delatores llaman a los mios
para saciar la sed,
para apagar el fuego,
para curtir la pasión.
Mirada inocente seduceme por esta vez,
llevame hasta el umbral de tus labios
para mostrarte con un beso
la magia del deseo.